En todos los niveles, la educación se
transforma atravesando cambios significativos de paradigmas, la concepción no
se orienta solo en la enseñanza aprendizaje como transmisión y observación,
actualmente, la orientación es hacia el modelo activo y participativo,
permitiendo incluso la utilización de nuevas estrategias y herramientas para
lograr el aprendizaje significativo. De forma genérica, se puede decir que la educación,
corresponde al proceso multidireccional, mediante el cual se adquieren
competencias, costumbres y formas de actuar y de ser, con ello, se promueve el
desarrollo personal que permite la integración en la sociedad. Para el filósofo Jean Piaget, la principal meta de la
educación es crear hombres capaces de hacer cosas nuevas y no simplemente
de repetir lo que han hecho otras generaciones: hombres creadores, inventores y
descubridores. La segunda meta de la educación es formar mentes que puedan ser
críticas, que puedan verificar y no aceptar todo lo que se les ofrece.
Como un elemento importante dentro del
desarrollo alcanzado a la fecha en el ámbito educativo, se encuentran las tecnologías
educativas o las tecnologías aplicadas a la educación. Las nuevas tecnologías han
tomado mucho protagonismo en la sociedad, pero a la vez en la educación. Hoy
nos enfrentamos a una nueva era educativa basada en computadoras, ordenadores,
internet, etc., que han permitido que en la actualidad la educación tome un
rumbo diferente, y que los sistemas educativos cambien (Alves, 2003). La
incorporación de estas herramientas en la educación ha repercutido incluso en
el diseño de los modelos educativos, en los cuales se considera a las
tecnologías de la información y la comunicación (TIC) como elementos
fundamentales dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje. En ese sentido, las
exigencias actuales conllevan a que sea necesario valerse de diversas estrategias
para educar tanto en la tecnología como por medio de ella.
Cabero (2002),
citado por Barroso (2003), comenta que aun cuando los cambios en la educación
son más lentos que en otras instituciones y sectores de la sociedad, no se
puede pasar por alto que en las últimas décadas se ha tenido un cambio
significativo no sólo en lo que respecta a la reforma de los métodos,
contenidos y estrategias docentes, sino también en los recursos didácticos
empleados por el profesor.
La tecnología
educativa está basada en la teoría general de sistemas, y proporciona al
educador distintas herramientas para la planificación y ejecución de las
tareas, empleando recursos tecnológicos con la intención de apoyar los procesos
de enseñanza - aprendizaje, con lo cual se pretende maximizar el logro de los
objetivos educativos y ampliar la efectividad del aprendizaje. Olguín (2012),
refiere que la tecnología desde el plano educativo comprende el resultado de la
aplicación de distintas concepciones y teorías educativas para la resolución de
un amplio espectro de problemas y situaciones referidos a la enseñanza y el
aprendizaje, apoyadas en las TIC.
Reflexiones Finales
Ahora bien, el
cambio no debe centrarse solo en la sustitución del papel y el lápiz por el
ordenador y la impresora, sino, en la forma en la que se utilizan las
herramientas. En ese sentido, el cambio en las metodologías educativas, nos
lleva a pensar que no se deben utilizar las nuevas herramientas con métodos
tradicionales, por lo cual el docente debe estar preparado para afrontar de
manera apropiada el reto, ofreciendo metodologías educativas creativas e
innovadoras.
Rol del Docente en la Era Tecnológica
Rol del Docente en la Era Tecnológica
Un aspecto fundamental que se debe considerar dentro
de la educación basada en teorías tecnológicas y sistemáticas, es que la labor
del docente no queda relegada, ni es sustituida por un computador u otros
equipos tecnológicos, quien piense esto incurre en un grave error. No existe
máquina alguna que pueda suplantar al ser humano como un ser integral. Las
máquinas son únicamente herramientas que facilitan la vida del hombre. El
docente del siglo XXI debe ser una persona con una amplia alfabetización
tecnológica y con dominio de los recursos y los medios digitales para que pueda
hacer uso de los mismos de forma adecuada y en pro de la educación.
Actualmente nos enfrentamos a dos posiciones
diferentes en los docentes con respecto a las tecnologías, por un lado, se
encuentran los docentes “tecnofílicos” que son los que piensan que la
tecnología brinda muchos beneficios que facilitan el proceso de enseñanza - aprendizaje.
Por el otro, están los docentes “tecnofóbicos” que rechazan totalmente las
tecnologías argumentando que no ayudan en el proceso de aprendizaje y que más
allá de eso, entorpecen la educación.
Los sistemas educativos deben inducir a que los
facilitadores de conocimientos guíen el proceso educativo conforme a la cultura
de su tiempo. Esto debe conllevar a la superación de los prejuicios con
respecto a las capacidades tecnológicas e incentivar a los docentes a que
colaboren en la formación de los alumnos conforme a los nuevos tiempos, que
indudablemente están rodeados de recursos tecnológicos de diversa índole.
En ese sentido, la verdadera transformación parte
del hecho de que el docente como primer punto, debe reconocer que estamos en
una era tecnológica, que exige un pensamiento crítico, creativo, innovador y
positivo frente a la implantación de herramientas tecnológicas en los programas
curriculares. Esto dará pie para que los procesos educativos pasen de lo
tradicional a lo dinámico, convirtiendo además en un método eficaz para desarrollar
en los estudiantes aprendizajes significativos.
La actitud del docente en relación a las
Tecnologías de la Información y la Comunicación debe además permitir al
estudiante ser activo y no pasivo dentro de su proceso de formación, es decir,
que deben ser capaces de construir su propio conocimiento y de adquirir un
aprendizaje significativo. Para ello, el docente debe fomentar la lectura
crítica y reflexiva, permitir la participación y el uso libre de la
imaginación, inducir hacia la reflexión y el espíritu investigativo, y se
enseñar cómo puede administrarse de manera correcta no solo el tiempo de
estudio, sino además el tiempo libre de los alumnos.
Reflexiones Finales
En un rol tan importante en el desarrollo de la
sociedad como el del educador, considerando que debe estar realmente preparado
para para ser un buen guía y orientador, es sumamente importante tomar en
cuenta que los conocimientos de hoy no pueden ser los mismos que los
conocimientos de mañana, por ello el docente debe estar presto a la evolución,
sabiendo que debe aprender a aprender. En tal sentido, la actualización de los
procesos debe ser permanente.
Por otra parte, se debe adquirir una buena
alfabetización tecnológica, la cual no solo implica una serie de cambios institucionales,
si no también cambios en las formas de llevar a cabo la transmisión y
adquisición de los conocimientos. Demandando así la transformación con respecto
a los mecanismos de gestión educativa y las estrategias que se emplean para
llevar a cabo el proceso de enseñanza –aprendizaje.
Cristina Rojas
Referencias
Barroso Osuna, J, (2003): Las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación y la formación del profesorado universitario. III Congreso Internacional Virtual de Educación. Abril, 2003.
Olguín, E. (2012). Generalidades de la Tecnología Educativa. México: UAEH. Recuperado de http://cvonline.uaeh.edu.mx/Cursos/Maestria/MTE/Gen03/Tec_educativa/Unidad%201/GeneralidadesTecnologiaEducativa.pdf